Suburbios



Historia real



Días y noches, noches y días en plena armonía, quizás sospechosa de algo inentendible.



Angélica disfrutaba de la compañía de un hombre mayor, interesante, buena posición económica, con un trabajo que le permitía seguir disfrutando de la vida a sus casi 60 años.



Angélica, arquitecta de 40 años, trabajando duro para criar sola a sus dos hijos adolescentes.



¿Fué amor a primera vista? ¿o atracción primitiva de un hombre en la segunda mitad de su vida por una hermosa mujer en la plenitud de su vida?



Angélica no descartó la posibilidad de que fuese amor; su vida amorosa pasada no fué de las mejores, pero aún conservaba la esperanza de encontrar el hombre que la amase sin rodeos.



Pasaron los días, semanas y meses. Algo oscuro se interpuso entre ellos. El hombre se distanciaba en los momentos íntimos, se encerraba en el alcohol.



No respondía preguntas, no aclaraba situaciones, no se esforzaba. Sólo el silencio y a menudo el whisky estaban presentes.



Angélica comenzó a cansarse, a desesperarse. Su mente se nublaba por momentos y tomaba desiciones apresuradas, equívocas.



El hombre en los suburbios de su vida escondía secretos, conductas extrañas, mentía, desaparecía y volvía a aparecer. Todo cambió, la comunicación se tornó hipócrita, falsa, agresiva. Peleaban con motivo o sin él. Se separaban a la noche con indiferencia y enojo. A la mañana siguiente, como si nada hubiese pasado la historia se repetía.



Sospechas, pruebas, conclusiones, empezaron a rondar la vida de esta pareja envuelta en un amor egoísta, malsano y turbio.



Angélica se refugió en las charlas de café con una amiga del alma. Juntas llegaron a la conclusión definitiva: "debo separarme de este hombre cuya energía es oscura y negativa"



Así lo hizo, no sin sufrir, dudar, temer.



Entonces apareció el ser oscuro escondido, camuflado tras la presentación de un caballero.



La hermosa mujer fué agredida verbalmente, vilmente atacada con amenazas, presiones, chantajes. Fué un bombardeo constante durante días y noches sin armonía, donde la sospecha de algo inentendible se hizo real.



Angélica sigue aterrada esperando que algo malo suceda...en realidad ya sucedió, nunca más creerá en el amor.

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