Corazón de fresa...lágrimas de plata.


Una tarde cualquiera, mirándote a los ojos. Tu mirada se perdía en lugares que no eran mis ventanas. Entonces comprendí...ya no me amabas. El silencio se hundió en mi corazón de fresa, partiéndolo, rompiéndolo. Lágrimas de plata rodaron por mi rostro desencajado, sorprendido, enloquecido, formando un pequeño espejo asimétrico en mi falda......Me tomé un tiempo, respiré hondo, sequé las lágrimas plateadas con mis manos temblorosas, armé mi corazón de fresa con apuro y quedó...raro...y decidí....Decidí no deprimirme, esas cosas pasan, le pasan a cualquiera; debo quitarme esa idea extraña de que soy una elegida en el desamor. Es muy doloroso pero hay que reponerse, debo vivir, debo controlar mis sentimientos. ¡Ojalá pudiese controlar las emociones de mi amado!...Pero no..es imposible.....Lentamente las ideas volvieron a mi mente confusa, ideas deshilachadas. Comenzaron a tener significado, ya tenían un sentido, un motivo y una razón....¡ Cuánto tiempo que no me acerco al mar !. Pensé, éste es el momento apropiado..... Recorrí un largo camino, tan largo y monótono como mi angustia y al fin llegué!!! Era una playa solitaria, el mar azul a lo lejos, en la orilla era una mezcla de verde y marrón....Estaba sola, me sentía sola, ¿ qué podía hacer ?. Armé corazones de arena parecidos al mío, y ojos que miraban con dulzura el lejano horizonte, queriendo estar allí. Caminé hundiendo mis pies en el agua fría y en movimiento. Inundé mi cuerpo y mi alma con la energía del sol. Pasaron las horas, el atardecer se hacía presente con una explosión de colores en el cielo y en el mar. El sol se despedía de mí ahogándose en el agua, parecía avergonzarse, su rostro enrojecía cuanto más se mojaba........La noche trajo silencio y misterio, aparecieron las estrellas, me guiñaban dándome ánimo. Volví a pensar en mi amor desperdiciado, en mis emociones controladas. La inmensidad que me rodeaba, curiosamente me hizo sentir protegida y amada. Medité y me dí cuenta que el amor nos rodea siempre, en la impetuosidad del mar, en la arena arremolinada, en el cielo oscuro con ojitos brillantes, porque la vida es la máxima expresión del amor..... Seguía sola.....pero ya no me sentía sola.

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