Magenta



Todo era magenta, el cielo, las calles, mi corazón y tú.



Escaleras arriba, tomados de la mano, pechos agitados.



Una ilusión, un quizás.



Nada importaba, sólo tú y yo.



Una larga espera coronó con éxito la ilusión.



Ilusión magenta que quedaría allí, quieta, inmóvil como tu razón.



Nada importaba, sólo tú y yo.



Razones de más en mis sentidos para olvidar tu razón inmóvil.



Magenta que cubría las calles que tansitábamos presurosos con una ilusión.



Con mi ilusión.



Suspiros profundos quebraban mi voz al cantar. Mis risas poblaban las calles quietas como tu razón.



Llegamos al final del camino, una capa magenta nos cubrió.



Nada importó, sólo tú y yo.



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