Etapa "productiva"

Esta etapa de la vida es quizás la más “productiva”. Los adultos hacen cosas, reciben títulos, compran autos, casas, ansían el éxito como profesionales o en el trabajo que ejecuten. Este intenso deseo de adquirir “cosas” externas y materiales, puede hacer olvidar el adquirir sabiduría interior, atesorar experiencias valiosas para el alma. Para una adecuada educación de los hijos, es fundamental que el adulto crezca interiormente, sin esto la difícil tarea de formar a los hombres y mujeres del futuro, será casi imposible. Sólo aquellos que pueden ver la vida a través de los ojos del alma podrán transmitir a los demás y especialmente a sus hijos, las “cosas que importan de la vida”, enseñarles a vivir y reconocer los momentos felices. Entre los 20 y 50 años consolidamos el estatus, el confort, la riqueza material, pero si nos olvidamos de crecer espiritualmente y amar con fuerza y valentía, es posible que todo lo que atesoremos en la etapa adulta, no nos sirva para nada…después.

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