Amar y enamorarse


Amarse es temerse. “Nos amamos pero nos tememos” ( J. Barylko) Ese temor proviene de la certeza de la “pérdida” del ser amado. Para amar hay que renunciar a la omnipotencia del yo endiosado, que cree que lo puede todo, cree poder cambiar al otro. Generalmente esto no sucede y aparece el temor, temor a perder algo o mejor alguien que no es nuestro, no nos pertenece. Somos “parte de” y las partes requieren de las partes, de esa forma se desvanece el temor de perder a ese que amamos. Amar es pensar al amado. Enamorarse es pensar en sí mismo. Muchos al leer esto se preguntarán: ¿Cómo?, ¿porqué?, ¿acaso enamorarse no es lo más bello y desinteresado que le puede pasar al ser humano? Enamorarse es una situación pasajera ( por suerte), en donde un individuo piensa en sus propias sensaciones de placer y contento; está centrado sólo en lo que siente él/ella por sí mismo/a. Todos sabemos ( o por lo menos los que nos enamoramos alguna vez) que en esta etapa nos volvemos egoístas, no existe nada más que lo que sentimos, lo que YO siento al estar enamorada, lo que siento en mi cuerpo y en mi pensamiento, en mis emociones. No nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, no percibimos al objeto de nuestro enamoramiento ( no lo vemos como un ser con defectos, sino como un dios/a, que nos hace felices) Hay un refrán popular que define con mucha gracia esta situación: “el amor es ciego, pero los vecinos no”; yo cambiaría la palabra amor por “ enamoramiento”. El amor es un proceso de conocimiento del otro y de uno mismo hasta llegar a la conclusión: “amar es desprenderse de las necesidades propias para atender las del ser amado” Enamorarse….es una capacidad mejor desarrollada en los muy jóvenes, a medida que cumplimos años, maduramos y entendemos lo que significa amar ( lamentablemente no todas las personas lo logran). Es por esto que algunos adultos dicen con cierta amargura: “ya no volveré a enamorarme, ya no quiero sufrir más”; se dieron cuenta que al terminar ese proceso cae el telón de una escena irreal. Pero no debemos preocuparnos pues al aceptar ese estado como no conveniente , están preparados para pasarlo por alto e ir directamente al proceso de amar. Amar es un privilegio de cualquier edad a partir de la adolescencia, dejamos de hacerlo el día que morimos, o morimos el día que dejamos de hacerlo.

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